miércoles, 20 de abril de 2016

Margot Fontayne


De muy pequeña inició sus estudios de danza clásica, comenzando en Shanghái y continuando posteriormente en Londres; a la corta edad de 14 años realizó una audición con el «Vic-Wells Ballet», donde hizo su debut en 1934 bailando unos de los copos de nieve del ballet Cascanueces. Para 1939 ya había interpretado muchos de los roles principales de los ballets clásicos: Aurora en La bella durmiente, Giselle en Giselle y el difícil rol Odette/Odile de El lago de los cisnes. El coreógrafo inglés Sir Frederick Ashton creó varios ballets especialmente para ella, la consideró una de sus musas y su relación duró 25 años.
La carrera de Fonteyn continuó en ascenso y ya hacia el final de 1950 había interpretado casi todos los roles principales de los ballets clásicos. Durante los años 1940, Fonteyn mantuvo una larga relación con el compositor británico Constant Lambert, con quien no llegó a casarse. En 1956 se casa con Roberto Arias, diplomático y playboy panameño, y su vida se dividió entre bailar y cumplir los roles de la esposa de un embajador.

Doris Humphrey

La bailarina y coreógrafa Doris Humphrey es una de las principales figuras de la danza moderna. Es una de los “Big Four”, los cuatro grandes bailarines que establecieron los fundamentos de la danza moderna norteamaricana.
En los años 30, Humphrey creó coreografías basadas en los sucesos del momento. Junto al bailarín y coreógrafo Charles Weidman, fundó una compañía de danza moderna que llevó sus obras por todo el país estadounidense.
La obra dancística de Humphrey explora los principios de la gravedad en el movimiento, las caídas y la recuperación. En su técnica se trabaja en armonía con la respiración. .
Hoy en día las coreografías de Humphrey se estudian en los programas de danza moderna y se siguen presentando.

Mary Wigman


Mary Wigman es considerada una de las figuras más importantes en la historia de la danza moderna en Europa. Natural de Alemania, Wigman era bailarina, coreógrafa y maestra de baile.
A principios del siglo XX, Wigman creó la danza expresionista. Este tipo de danza moderna expresaba las percepciones y sentimientos del bailarín mediante un lenguaje dancístico orgánico.
Wigman pensaba que en la danza no existen movimientos feos ni grotescos, si no movimientos que nacen de un ritmo natural de las emociones. Veía la danza como una expresión de catarsis cuyos movimientos y formas surgen como consecuencia de un proceso emocional.
La danza expresionista de Mary Wigman es una de las principales influencias en el desarrollo de la danza moderna en Europa. Su filosofía de danza también ejerce cierta influencia en la danza moderna americana, mediante la labor de algunas de sus discípulas como Hanya Holm.

Hanya Holm

Hanya Holm, bailarina, coreógrafa y maestra de danza, es una de las bailarinas famosas de la danza moderna más destacadas. Formó parte de los Big Four”, los cuatro fundadores de la danza moderna norteamericana. Era natural de Alemania, donde estudió con Mary Wigman.
A principios de los años 30, Holm se muda a la ciudad de Nueva York. Se hace cargo de la la New York Wigman School of Dance, una escuela de danza dedicada a enseñar la técnica de Wigman y las teorías y principios de Laban.
Holm enfatizaba la libertad y la fluidez de los movimientos del torso y la espalda. Su técnica se basaba en los principios de movimiento de la fisca y usaba la improvisación. Le daba más importancia a lo que un bailarín pudiera comunicar a nivel l coreógrafo que al virtuosismo.
Holm también se destacómo como una gran coreógrafa. Su obra Metropolitan Dialy fue la primera coreografía de danza moderna que se transmitió por televisión. Trabajó como coreógrafa en los musicales de Broadway.

Charles Weidman

Charles Weidman es uno de los bailarines famosos de la danza moderna norteamericana más importantes. Era bailarín, coreógrafo, y maestro de danza. Era uno de los “Big Four” que establecieron las bases de la danza moderna en Estados Unidos.
Weidman creó un estilo de danza completamente nuevo. Se alejó del ballet y también de los principios de danza que aprendió en la escuela de danza Denishawn.
Su interés era crear una danza que reflejara la experiencia humana norteamericana. En 1929 fundó una compañía de danza con la bailarina y coreógrafa Doris Humphrey donde empezó a desarrollar su obra.
El lenguaje dancístico de Weidman está basado en la fuerza de gravedad y su efectos en los movimientos. Su trabajo incorpora mucho trabajo de suelo, saltos y caídas y suspensiones. Las coreografías de Weidman se distinguen por ser bien expresivas y expresar una gran variedad de emociones humanas.

Erick Hawkins

Erick Hawkins, bailarín y coreógrafo, es uno de los bailarines famosos de la danza moderna que más influencia sigue teniendo en la danza moderna actual. Es conocido como el padre del “free flow”.
A finales de los años treinta, Hawkins se unió a la compañía de Martha Graham (con quien estuvo casado varios años). Es ahí donde se empieza a hacer famoso como bailarín. Bailó con esta compañía durante más de 10 años.
En los años cincuenta Hawkins fundó una compañía de baile y una escuela de danza, y empezó a crear su propio estilo da danza. Hawkins pensaba que la danza debía integrar el cuerpo, la mente y el alma. Esta filosofía se refleja tanto en su obra dancística como en su técnica de danza. .
En las coreografías de Hawkins los bailarines se mueven casi sin esfuerzo y tensión muscular. Hawkins veía la danza como una meditación.
El gran legado de Hawkins se encuentra en su técnica de danza. La Técnica de Erick Hawkins ha tenido una gran influencia en la historia de la danza moderna. Los maestros de danza moderna y los bailarines todavía usan esta técnica en sus coreografiáis y clases de baile.

lunes, 18 de abril de 2016

Anna Pvlova

Fue una bailarina rusa, que a la edad de 10 años debuto en la escuela del ballet de teatro de San Petersburgo con "la virgen vestal". Fue partidaria de las reformas introducidas por Forkine, y aspiraba a una interpretación de la música en sus bailes.
Michel Fokine creó para ella La Muerte del Cisne, estrenada en San Petersburgo y presentada en el Metropolitan Opera House de Nueva York cinco años más tarde. Nombrada prima ballerina en 1906, estrenó en los papeles principales los ballets El Pabellón de Armida, Chopiniana y Noches Egipcias de Fokine, algunos de los cuales volvió a bailar en el debut de los Ballets Russes de Diaghilev en París, el año 1909.

Después de varias giras por Londres, Nueva York, Praga y Berlín con Mikahil Mordkin como partenaire, Anna Pavlova, aún ligada al Teatro Marinsky, formó su propia compañía en 1910. El grupo, formado por tan sólo ocho bailarines en un principio, fue ampliado en 1913 para realizar una gira por toda América. Harcourt Algenaroff, Hilda Butsova, Laurent Novikoff, Ruth Page, Pierre Vladimirov y Alexander Volinine fueron algunos de sus colaboradores. La Primera Guerra Mundial la sorprendió en Berlín, pero consiguió trasladarse a Londres, donde actuó privadamente para el rey Eduardo y la reina Alejandra.

El desagrado de Pavlova por las nuevas tendencias coreográficas, que le había llevado a rechazar en los Ballets Russes de Diaghilev el papel principal de L'Oiseau de Feu (1910) de Michel Forkine, quedaba patente en el repertorio de su compañía, integrado por muchos de los clásicos del siglo XIX, además de los ballets The Fairy Doll (1914) de Ivan Clustine, y Dragonfly (Kreisler, 1914), California Poppy (Tchaikovsky, 1916) y Autumn Leaves (Chopin, 1918) de la propia Pavlova, entre otros.